Datos para reflexionar

La legalización/despenalización de la prostitución:
1.-Los principales beneficiarios son los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo:sin un mínimo de 20 clientes al día la prostituta no resulta rentable a su chulo.
2.- Es una medida que promueva el tráfico sexual: facilitará el trabajo a las redes internacionales de prostitución(el mayor número de prostituidas lo constituye el grupo de extranjeras) y promoverá el turismo sexual.
3.- No supone un control de la industria del sexo. La expande: está sucediendo en Alemania y Holanda.
4.- Supone un umento de la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle: las medidas higiénicas y sanitarias no mejoran.
5.- La industria del sexo promueve la prostitución infantil:según las encuestas el prostituidor prefiere a las menores de 25 años, busca sumisión y en ellas es más fácil de encontrar.
6.- La medida no protege a las mujeres que están en la prostitución.
7.- Al estar despenalizada, aumenta la demanda de la prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.
8.- No se promueve una mejora de la salud de las mujeres.
9.- No aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.
10.-Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo:no disfrutan con lo que hacen y le dedican a cada cliente el menor tiempo.

Además, las PROSTITUTAS:
- Padecen el Síndrome de Estocolmo hacia sus chulos y explotadores, pues al tiempo que les protegen en las calles se encargan de explotarlas;
- Son el colectivo que padecen mayor procentaje de internamiento psiquiátrico y suicidio: desarrollan triple ansiedad al deber estar permanentemente alerta ante su proxeneta, el cliente y la policía;
- Reciben de 20 a 70 clientes en un día: con el consecuente agotamiento físico y psíquico.
- Son drogadictas y alcohólicas: su actividad solo es soportable en estas condiciones.
- Son subastadas cuando cambian de prostíbulo: riqueza para la industria sexual, nunca para ellas, quienes únicamente pueden aguantar hasta comprar su libertad.