Vuelve el debate sobre el velo a raíz de la decisión adoptada por el Departamento de Educación de la Generalitat obligando a una escuela de Girona a admitir una niña de 6 años que hacía una semana que no asistía a escuela. El centro escolar se acogía a su reglamento interno que rechaza cualquier diferencia entre los alumnos por razones de sexo, religión u otros factores y había comunicado a los padres que no podía usar el velo para ir a clase.
En contra de los argumentos esgrimidos por el colegio, la Generalitat argumenta que la menor no puede sufrir ningún tipo de discriminación y detractores de el mensaje sexista,.
Bajo mi punto de vista, el debate va mucho más allá de una simple discursión a cerca de los modelos de integración-adaptación de los extranjeros a nuestra cultura y de nuestra aceptación de sus creencias y religiones.
Pese a ser una necesidad la de liberar a una mujer de la esclavitud del velo, no podemos pasar por alto que en este caso hablamos de una menor de 6 años que está aún por formarse y prohibirle acceder a la educación en un nivel tan básico hace un flaco favor a su crecimiento personal y su capacidad de discernir.
No son de recibo los argumentos de ausencia de reciprocidad conforme a los cuales si en muchos lugares, tales como Arabia Saudita o Irán, las simples turistas deben vestir el velo para entrar y visitar el país, como nosotros no somos partidarios de esta indumentaria, hemos de prohibir su utilización a ultranza y sin atender a razones.
La formación hacia la tolerancia ha de empezar en la escuela e impidiéndole su acceso a imponemos nuestros valores, es cierto, pero olvidamos que la atamos vivir permanentemente apegada a las creencias de su religión y a vivir subyugada a una cultura en la que la mujer no ocupa ningún lugar en la sociedad porque no existe ningún respeto hacia ella.
¿Compartís mis argumentos?
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